"Cada país que respeta la justicia debe llamar a Hezbollah como lo que realmente es: una organización terrorista"
Mientras en Europa se debate la entrada de Hezbollah en la lista negra de organizaciones terroristas, cientos de miembros de Hezbollah siguen apoyando al régimen sirio contra los rebeldes, que no dudó en utilizar armas químicas. Hezbollah tiene todas las características de una organización terrorista: los atentados suicidas contra civiles, uso de civiles como escudos humanos y contrabando de armas. Aunque Hezbollah tiene su sede en el Líbano, responde directamente a las órdenes de Irán y su líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei, haciendo caso omiso de todas las llamadas internacionales y las resoluciones 1701 y 1559 de la ONU para deponer las armas.
Durante su última visita a Israel en marzo de 2013, el Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama dijo: "[sobre Hezbollah y su ataque en Bulgaria] es por eso que cada país que respeta la justicia debe llamar a Hezbollah como lo que realmente es: una organización terrorista. El mundo no puede tolerar una organización que mata a civiles inocentes, dispara cohetes contra ciudades y apoya la matanza de hombres, mujeres y niños en Siria".
Hoy en día, el objetivo principal de Hezbollah es la destrucción de Israel. Hezbollah es abiertamente anti-israelí y antisemita. Su líder, Hassan Nasrallah, lo ha demostrado muchas veces en sus declaraciones: "Estoy en contra de cualquier reconciliación con Israel. No reconozco la existencia de un país llamado Israel".
La principal herramienta de Hezbollah para lograr su cometido es el terrorismo. Estos son algunas de sus actividades más recientes:
18 de julio 2012 - Burgas, Bulgaria: Un terrorista de Hezbollah se inmoló cerca de un autobús de turistas israelíes. El ataque cobró la vida de 6 personas y 36 personas resultaron heridas. Los turistas tan solo pretendían disfrutar de sus vacaciones de verano.
Noviembre de 2009 - Chipre: El buque de carga Franco fue interceptado por la marina israelí frente a las costas de Chipre en el trayecto desde Irán a Siria de donde serían contrabandeadas por tierra a Hezbollah en el Líbano. A bordo había 36 contenedores con 500 toneladas de armas: 9,000 bombas de mortero, 3,000 cohetes Katyusha, 3,000 proyectiles, 20,000 granadas y medio millón de municiones pequeñas, todo escondido detrás de sacos de polietileno.
Julio - agosto de 2006: Durante la Segunda Guerra del Líbano, Hezbollah bombardeó continuamente pueblos y ciudades del norte de Israel: Carmiel, Nahariya y hasta Haifa. Hezbollah apuntó sus cohetes deliberadamente hacia grandes centros de población con el fin de matar y herir a tantos civiles israelíes como sea posible. Dispararon unos 4,000 cohetes y mataron a 44 civiles.
La comunidad internacional, a través del Consejo de Seguridad de la ONU, ha pedido en repetidas ocasiones que Hezbollah deponga las armas. La resolución 1707 de la ONU abogó por la creación de "una zona libre de todo personal armado, bienes y armas, excepto los del Gobierno del Líbano". Hezbollah se burló de la resolución, se quedó en el sur del Líbano, e incluso aumentó su arsenal de misiles.
Voces en el Líbano han expresado su enojo por Hezbollah. "Es imposible mantener las armas alzadas en contra de la voluntad de un pueblo democrático y en contra de la verdad", dijo Saad al-Hariri, ex primer ministro del Líbano, en marzo de 2013. "Queremos poner [las armas de Hezbollah] bajo el control y la autoridad del Estado, ya que es el Ejército que nos protege a todos".
Hezbollah pretende ser una organización política legítima, pero sus brazos políticos y militares son realmente lo mismo. "Hezbollah tiene un solo liderazgo"aseguró el segundo líder de Hezbollah Naim Qassem a un periodista estadounidense. "Todo el trabajo político, social y la yihad está ligado a las decisiones de este liderazgo. El mismo liderazgo que dirige el trabajo parlamentario y el gobierno también conduce las acciones yihadistas en la lucha contra Israel".