Los ojos del mar: frontera marítima con el Líbano

La Marina de Israel se encarga de la defensa de la costa de 190 kilómetros a largo del país y los patrimonios marítimos del estado. La impresionante flota de patrullas, buques y submarinos de las FDI constantemente vigilan para prevenir ataques de fuerzas hostiles que intentan sabotear e infiltrarse en territorio soberano israelí.

El 70% de la población de ocho millones de israelíes se ha establecido en la estrecha llanura costera del país, por lo tanto, la Armada tiene la inmensa responsabilidad de proteger la más extensa y vulnerable frontera del estado. Al norte de Israel, la frontera con el Líbano, hogar de la organización terrorista Hezbollah, se adentra varios kilómetros hacia el Mar Mediterráneo. La Marina está en constante alerta por la inminente amenaza que plantea Hezbollah, que se ha jurado a sí mismo la destrucción de Israel.

En los últimos años, la Armada de Israel ha interceptado varios buques de carga con armas destinadas a las organizaciones terroristas. En 2009, el ejército israelí interceptó el Francop MV en el que había una carga de cerca de 500 toneladas de armas destinadas a Hezbollah. En 2002, la Marina israelí abordó el buque Santorini, un barco de pesca que había salido de Beirut en el Líbano hacia Israel. A bordo, comandos navales descubrieron un gran alijo de armas. El gran arsenal incluía misiles, cohetes, morteros y fusiles. También descubrieron a bordo planos y manuales de instrucciones para la fabricación de distintos explosivos.

El empeño de Hezbollah por dominar las aguas para usarlas con fines bélicos no se limita al tráfico de armas. Durante la Segunda Guerra del Líbano en 2006, una lancha israelí fue alcanzada por un sofisticado cohete anti-buques C-802 de fabricación iraní disparado por Hezbollah desde el Líbano. La embarcación se salvó, pero esta es otra clara evidencia del constante esfuerzo de Hezbolla, con la ayuda de sus aliados de causa,  por modernizar su arsenal con el objetivo de destruir a Israel.

MÁS ALLÁ DE LO QUE SE VE

La frontera marítima entre Israel y el Líbano parece a simple vista tranquila, pero en realidad las fuerzas navales de las FDI emplean tecnología de vigilancia por radar durante las 24 horas del día, para controlar hasta el más mínimo de los movimientos por encima y por debajo de la superficie del mar.

En 1979, Samir Kuntar lideró un escuadrón terrorista de cuatro hombres que zarpó desde el Líbano hacia el norte de Israel desembarcando en la ciudad costera de Nahariya. En el ataque murieron tres civiles y un oficial de policía. Kuntar y otro de los atacantes fueron capturados y sentenciados a varias cadenas perpetuas en cárceles israelíes.

Hezbollah negoció la liberación de los terroristas en el marco del canje del 2008, en el que Israel liberó prisioneros a cambio de los cuerpos de los soldados secuestrados Ehud Goldwasser y Eldad Regev.

Hace apenas un mes, un VANT (vehículo aéreo no tripulado) lanzado desde el Líbano, intentó acercarse a la costa de Israel en la ciudad portuaria de Haifa. La nave fue interceptada por un avión de combate de la Fuerza Aérea Israelí.

Un oficial naval y capitán de un barco de patrulla resumió la situación en la volátil frontera: "Esta frontera estaba calma, pero la situación ha ido chisporroteando en el norte, algo puede pasar en cualquier momento".

BRAZO LARGO, EL PUÑO CERRADO

La Marina de Israel cuenta con un arsenal sofisticado, una potente maquinaria avanzada y armamento especial para hacer frente a las amenazas únicas que se plantean en el ámbito marítimo.

A fin de abril, hemos dado a conocer la nueva adquisición de la creciente flota, el submarino Rahav, el quinto de clase Dolphin. Este submarino está considerado uno de los más poderosos y avanzados del mundo. Se trata de una embarcación versátil, Rahav posee una amplia gama de capacidades de sigilio, de vigilancia y de ataque; Condiciones que lo convierten en muy eficaz en una gran variedad de misiones.

A principios de este año, el jefe del Estado Mayor Tte. Grl. Gantz comentó sobre la vital importancia de la Armada para garantizar la seguridad de Israel en medio de la inestabilidad regional y las crecientes amenazas de grupos terroristas como Hezbollah. Describió la flota de submarinos específicamente como un "estratégico brazo; sofisticado, muy silencioso, y muy importante para nuestra seguridad".

El Mayor General Ram Rothenber, Comandante en Jefe de la Marina elogió el papel histórico de los submarinos en la defensa del Estado refiriéndose a ellos como "el legado de una contribución oculta que ha cumplido un papel fundamental en la guerra por nuestra existencia como Estado independiente y soberano".