Informe sobre la realidad en los cruces de Judea y Samaria

05.05.13
el equipo editorial de la FDI

Publicado en: 5 mayo, 2013

Judea y Samaria: la libertad de circulación, los permisos de entrada y los controles de seguridad. Una realidad muy lejos de los clichés.

Los cruces fronterizos y los puntos de control de las FDI en Judea y Samaria han sido la base de muchos debates y protestas en todo el mundo. Los medios internacionales siempre han visto estas posiciones como una medida para cohibir la libertad de circulación de los palestinos, de restricción de los derechos civiles, de bloqueo de las necesidades humanitarias, y han sido descritos como inhumanos. ¿Cuál es la situación realmente? ¿Cuántos puntos de control aún están activos? ¿Qué tipo de control se realiza? ¿Los palestinos pueden moverse libremente? Vamos a ver cual es la situación real en el terreno.

En primer lugar, debemos distinguir entre los cruces fronterizos y los puntos de control. Hoy en día, existen más de una quincena de cruces fronterizos entre la región de Judea y Samaria y otras partes de Israel en funcionamiento rutinario durante todo el año. Algunos se utilizan para el pasaje de mercancías, otros para el pasaje de personas. Además, hay 12 puntos de control en los que se realizan controles aleatorios. Oportunamente, cuando existen alertas de inteligencia, se controlan a todos los vehículos en estos puntos. Para distinguirlos de los cruces fronterizos, estos puntos de seguridad se colocan en lugares estratégicos en la región del Comando Centro.

Los puntos de control han demostrado ser efectivos y han ayudado a reducir considerablemente la actividad terrorista en la zona. Sólo en 2012 se han frustrado 224 intentos de penetración ilegal y decomisado más de 470 armas contrabandeadas.

Los puntos de control: prevenir el terror, salvar vidas

El Capitán Barak Raz, portavoz del Comando Centro, describió la situación en Judea y Samaria como relativamente estable: “Hoy en día, sabemos que hechos como tirar piedras pueden ser mortales y también tenemos los recursos para mejorar la seguridad vial. Hace diez años, nadie tenía esto en cuenta, había un ataque terrorista cada semana”.

En efecto, mientras que el aňo 2012 fue el primer año desde 1973 en que ningún israelí perdió la vida en Judea y Samaria, en 2002 hubo 47 atentados que resultaron en 452 muertes.

Los puntos de control se han utilizado como filtros de los ataques terroristas bloqueándolos eficazmente. Después de los atentados suicidas de mujeres y el uso de las ambulancias con fines terroristas, los controles de rutina se han intensificado en todos los cruces causando una crítica abierta de muchas organizaciones.

Desde 2007, a raíz de la construcción de la valla de seguridad, el número de atentados suicidas ha disminuido considerablemente. El ejército Israelí ha decidido retirar la mayoría de los puntos de control en Judea y Samaria para reiniciar un ciclo positivo de estabilidad, explica Raz. “Los palestinos se han dado cuenta de que el camino del terror no los llevó a ninguna parte. Hoy en día, podemos explicar esta relativa calma en tres puntos: la reducción de la presencia militar en la rutina de las tareas de seguridad, una estrategia efectiva contra el terrorismo y un interés económico evidente para los palestinos de mantener la calma. Al reducir el número de puntos de control, ofrecemos una mayor libertad de movimiento, lo que mejora las condiciones económicas que en última instancia, refuerzan la situación de seguridad”.

Reducción de 40 a 13  puntos de control

El número de puntos de control en el Comando Centro ha pasado de 40, en el mes de julio de 2008 a 13 puntos en octubre de 2012. Además, estos puntos de control se utilizan sólo parcialmente y la frecuencia de los controles depende de la amenaza a la seguridad.

Capitán Raz agregó: “A pesar de la calma, la intención de llevar a cabo ataques terroristas sigue latente, pero podemos contrarrestarla mejor. Esto puede parecer paradójico, ya que hay menos puntos de control. Realmente utilizamos los 13 puntos de control cuando recibimos la advertencia de una amenaza inminente. En esos casos cada coche se controla, en todos los puntos. Normalmente en menos de treinta minutos, detenemos a los sospechosos y la situación vuelve a la normalidad”.

Libertad de movimiento

No existen hoy en Judea y Samaria carreteras exclusivamente reservadas para vehículos israelíes. Hay que destacar que a los vehículos palestinos no se les permite salir de Judea y Samaria a otras partes de Israel, del mismo modo que a los vehículos israelíes se le prohíbe entrar en los caminos que conducen a las zonas autónomas palestinas. Sólo doce puntos de control funcionan esporádicamente y varios cruces fronterizos alrededor de la zona de Jerusalén.

Cartel con la advertencia de entrada a territorios bajo autoridad palestina

Las principales carreteras de las ciudades palestinas, incluyendo la Ruta 60, son de libre acceso y no hay controles de seguridad. Un palestino puede viajar desde Jenin a Belén sin encontrar un solo punto de control militar.

Raz añade: “Hoy, tenemos que enfrentar, cada vez más, problemas de seguridad vial. Muchos habitantes de los pueblos palestinos quieren conectar por caminos de tierra sus casas directamente a las carreteras, en lugar de utilizar otros caminos pavimentados. Esto es un peligro para los conductores israelíes y palestinos. Los accidentes en las carreteras son la principal causa de muerte hoy en día de los palestinos en Judea y Samaria. Para contrarrestar esto, instalamos obstáculos y barreras amarillas para impedir el acceso a los coches”.

Los cruces fronterizos: un control como cualquier otro

Estos puntos son la entrada principal de Judea y Samaria a otras regiones de Israel. Algunos cruces están destinados a la transferencia de mercancías, como en Bitounya, donde las mercancías pasan un control aduanero y una inspección de seguridad y luego se transfiere al resto de regiones en Israel.

Existen también puntos de pasaje para la población civil palestina como el de Hashmonaim o el de Qalandiya. Estos cruces han sido muy criticados: “violación de los derechos humanos, humillación” etc.

En primer lugar, ¿A quién se le permite entrar y a quién no? Todo palestino que desea visitar a la familia o llegar a su trabajo en Israel, debe ponerse en contacto con la oficina de la Unidad de Coordinación de las Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT), el Mayor Amos Zuaretz, jefe del departamento de los cruces fronterizos en Judea y Samaria, explica: “Nuestro rol es garantizar la seguridad de todos los civiles palestinos, y que tengan libertad de circulación y de acceso a su trabajo”. El procedimiento para obtener un permiso de entrada tiene dos etapas:“Primero, se debe obtener una tarjeta biométrica de una de las 31 oficinas de COGAT. Sólo se debe completar un formulario sellado, abonar 130 NIS (unos 36,5 U$D) y se recibe la tarjeta en menos de 5 minutos, válida por cuatro años. El costo de la tarjeta es sólo para cubrir los costos de producción. Yo hago notar que estas tarjetas se utilizan con el único propósito de identificar los palestinos que deseen entrar a diferentes partes de Israel. Estas tarjetas biométricas, que se utilizan desde el año 2004, permiten reducir en un 70% la necesidad de un control”.

“Para obtener la autorización de pasaje, cada individuo debe hacer la solicitud en las oficinas de coordinación palestina que envían la solicitud a las autoridades israelíes. Si el caso no requiere un control de seguridad más intensivo – que es lo que ocurre en la mayoría de los casos – la autorización se emite dentro de las 24 horas. Si se requiere la verificación, el permiso se expide en un plazo máximo de siete días”.

Existen 74 tipos de autorización que varían de acuerdo al propósito de la visita y la duración de la la misma. Los dos tipos más solicitados son los permisos de entrada de carácter humanitario y comercial. “En 2012, hubo 9,4 millones de entradas en todos los cruces. Esta cifra ha aumentado constantemente desde 2010”.

Una vez emitida la autorización, ¿Cuál es el procedimiento en los cruces fronterizos?

Esto es realmente muy sencillo y similar al control de seguridad del aeropuerto o de cada estación de tren israelí. Cada persona debe pasar primero a través de un detector magnético de objetos metálicos y pasar el equipaje por el escáner. En este nivel, no hay ningún contacto con los soldados. La gran mayoría de los palestinos ya conocen el procedimiento. Los soldados vigilan todo esto desde una sala de control aislada y pueden comunicarse a través del intercomunicador.

Izquierda: cruce Hashmonaim, derecha: entrada a la estación central de trenes en Tel Aviv

Después de eso, cada persona presenta su tarjeta biométrica emitida por COGAT y la huella dactilar de un dedo. A continuación, un soldado delante de él comprueba que la autorización está en orden y le permite entrar.

Identificación y verificación en el cruce Hasmonaim

Cuando esta persona vuelve a su casa por la noche, alcanza con pasar su tarjeta magnética en un escáner y hacer pasar su equipaje a través de una cinta transportadora.

Si todo va bien, no hay contacto alguno entre palestinos y soldados israelíes. Todo el procedimiento tarda 5 minutos una vez iniciado. Sin embargo, algunos pasos fronterizos son muy utilizados y las colas pueden ser largas. Cada día pasan, en promedio, quince mil personas por el cruce de Qalandiya. La mayoría de los palestinos tienen que esperar de tres a cuatro horas por la mañana para pasar. A modo de comparación, unos 35.000 individuos pasan a través del Aeropuerto Internacional de Ben Gurión todos los días. Por la cantidad de personas, las colas son relativamente largas como se puede encontrar en todos los aeropuertos internacionales.

Izquierda: salida del cruce Hasmonaim, derecha: salida de la estación central de trenes en Tel Aviv

Un comandante de la policía militar responsable de varios cruces fronterizos, explica: “Estamos en un buen contacto con los palestinos que regularmente pasan por aquí. No hay hoy en día controles del personal en las terminales fronterizas, lo que es más agradable para ellos y para nosotros. El Ejército invierte en estos cruces para que sean más eficaces y agradables dentro de lo posible. Aquí en el pasaje de Hashmonaim, vamos a ampliar la zona de espera cubierta para los días de lluvia”.

475 intentos de contrabando de armas

Los cruces y los puntos de control son una barrera efectiva para detener el contrabando de armas y el pasaje de los trabajadores ilegales. En el aňo 2012, hubo 475 intentos de contrabando de armas a Israel y 1,147 intentos de entradas ilegales con documentos de identidad falsos. La Policía Militar y los funcionarios del Departamento de Defensa son los responsables en los cruces y han frustrado muchos intentos de ataque y detuvieron a decenas de personas en posesión de bombas molotov. Recientemente, el 30 de abril de 2013, un civil israelí de 31 años de edad fue asesinado a puñaladas en el cruce de rutas “Tapuaj”, en la intersección de las carretera 60 y 505. Aunque la situación ha mejorado, la presencia de estos puntos de control es necesaria, y estas cifras son la prueba.

El Ejército no afecta en nada la libertad de circulación de la población palestina. Los cruces fronterizos, contrariamente a la creencia popular, son rápidos y eficientes. Todo palestino que desea utilizarlos es tratado como un pasajero en el Aeropuerto Internacional de Ben Gurión. A pesar de las amenazas de la infiltración ilegal y de los terroristas, el deseo del Ejército israelí es mantener esta condición para el bienestar de toda la población.